"Un par de semanas antes habían aplicado unos productos que debían matar tres tipos de malezas que se habían hecho muy resistentes: la gonfrena, la rama negra y el sorgo dé Alepo. (¿Sabrá alguien en la zona que Alepo es una ciudad en Siria?, ¿Cuál sería la conexión entre ella y la Pampa Húmeda?, eran las preguntas que Elena se hacía cuando el ingeniero le mostraba la planta y le explicaba que al morir se le ennegrecía la base de la hoja.")
"-El asesoramiento que damos es gratis para los clientes. Lo que si los insumos los tienen que comprar acá, y tiene que vendernos el cereal a nosotros. Después cuando mandamos al puerto de Rosario se descuenta el flete y un interés mensual por el anclaje. Hay diferencia si ustedes van pagando al contado o a cosecha, porque ahora con la inflación esos intereses pueden subir bastante. También podes pagar por canje para calzar el IVA. 
-... Elena tenía los ojos muy abiertos y tratando de disimular que no está pudiendo seguirlo." 
"El suelo estaba cubierto de tallos de la soja previa, ya secos. En esa zona había que levantar un poco más los pies para caminar. La tierra estaba dura y era difícil de imaginar abajo de esa superficie ocurrían tantas cosas." 
"La sembradora entonces extendió un brazo de varios metros con un disco filoso en la punta y lo apoyo en la tierra, como si fuera un robot. Flacura le explico que ese surco iba a ser la guía para que cuando la sembradora diera la vuelta, continuara por el lugar exacto y no dejara espacio sin sembrar. Le dijo que iba  hacer las cabeceras primero, y que esa era la parte más lenta y laboriosa. Elena asentía sin decir nada, abriendo mucho los ojos. Bajo sus pies la maquina hacia los surcos, dejaba caer las semillas como gotas a un ritmo exacto y apisonaba el suelo para que el grano no quedara expuesto." 
"Después de un rato, casi hipnotizada, por la imágenes de los surcos y el sonido del tractor, Elena sintió una sombra veloz en la cara y levanto la vista. Atrás de ellos venia una bandada de pájaros grandotes volando bajo. Eran los chimangos y halcones que comían los bichos que la sembradora iba removiendo. Nunca los había visto tan cerca."
"Se podía saber la dirección y la velocidad del viento a cada hora del día y de los siguientes, con bastante precisión. Eso no impedía que vuelta a vuelta un avión fumigara el campo vecino en lugar de su objetivo, por culpa de un súbito cambio de dirección en el viento. Había que tener reacciones rápidas para manejar un campo. Contra todo lo que había pensado Elena."
"A la mañana siguiente, se vistió y decidió ir a ver como estaba el trigo. Se llevó el mate en el auto, compro unos biscochos por el camino y manejo los cinco kilometres escuchando al FM del pueblo. Estaciono en el camino de afuera y cruzo el alambrado por arriba, Tita paso por debajo. El sembrado ya parecía pasto, un pasto verde y tierno de hojas delgadas. Si hubiera ido con Eber seguramente estaría interpretando toda esa información que ahora le resultaba inaccesible: Tamaño de la hoja, color, insectos, malezas, humedad del suelo. Ella solo veía el cuadro en sus signos más generales, o podía detenerse en alguna sensación física, en el olor del aire, el viento en su cara y el pelo molestando. Y el dolor que sentía en las rodillas cada vez que levantaba las piernas para no pisar las plantas." 
"Elena hacia viajes breves al campo, para ver como crecía el trigo. Conocía el trigal en su punto de madurez, cuando las plantas ya están secas y doradas y hacen un siseo con la brisa y sus antenitas minúsculas se mueven todas en la misma dirección, pero nunca había prestado atención a los puntos intermedios, a lo que pasa antes de eso. Ahora veía con asombro la batalla entre el verde y el dorado, sabiendo que uno iba a dejar paso a otro, pero intentando reconocer los grados del cambio, como cuando los niños miran las plantas en un frasco de germinación, con la ilusión de llegar a detectar el crecimiento en tiempo real." 
"A diferencia de cuando Elena era niña, ahora los nacimientos sucedían en la ciudades medianas de la zona: Bell Ville, Marcos Juárez, Villa María. Si la parturienta tenía prepaga, seguramente también tenía vehículo para llegar al sanatorio. Sino tenía que acercarse al dispensario, desde donde se llamaba a la ambulancia de los bomberos- que ofrecían ese servicio gratis para sus socios o pagando para los demás- para ir al hospital público que le tocara. Ningún niño había nacido en el camino, pero casi. Es decir que ya no era posible nacer en el pueblo, y morirse ahí también se había complicado bastante." 
"Las dos fueron a estudiar a Córdoba y se recibieron en tiempo y forma aunque la mamá de Elena se casó a los veintiuno con su novio militante, y a los veintiséis ya tenía dos hijos y una crisis existencial infinita. Se había refugiado en el pueblo después de perder a gran parte de sus amigos, primero a manos de la Triple A y luego de la dictadura militar."
"Comieron una entrada de fiambres, luego pollo relleno, papas ensalada y vino tinto y, de postre , cassata." 
Textos: Bajo sus pies, Leticia Obeid, Blatt & Rios, 2020. Bs As. 
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