"Gaucho, según la definición del Diccionario Folklórico Argentino: Habituales jinetes y criadores de ganado, se caracterizaron por su destreza física, su altivez y su carácter reservado y melancólico. Casi todas las faenas eran realizadas a caballo, animal que constituyó su mejor compañero y toda su riqueza". El lugar común —el prejuicio— le otorga al gaucho características precisas: se lo supone valiente, leal, fuerte, indómito, austero, curtido, taciturno, arrogante, solitario, arisco y nómade."
"Son hijos de familias muy humildes formadas por amas de casa, empleados municipales, trabajadores metalúrgicos, policías. Los más afortunados trabajan dando clases de danza en escuelas e institutos pero hay, también, electricistas, ayudantes de albañilería, mecánicos. Algunos se presentan por primera vez y ganan, pero casi todos deben insistir"
"Tienen una edad promedio de veintitrés años. No fuman, no beben, no trasnochan. Muchos escuchan punk o heavy metal o rock y todos son capaces de diferenciar un pericón de una cueca, un vals de una vidala."
"Aspiran a tener los atributos que se suponen atributos gauchos —austeridad, coraje, altivez, sinceridad, franqueza—, y ser rudos y fuertes para enfrentar los golpes. Que siempre son, como ya fueron, muchos."
"El verdadero premio —el premio en el que piensan todos— es todo lo que no se ve: el prestigio y la reverencia, la consagración y el respeto, el realce y la honra de ser uno de los mejores entre los pocos capaces de bailar esa danza asesina."
"Ni la duración de las jornadas ni lo que en ellas se ve es apto para ojos que buscan digestión fácil... allí se consume tradición pura y dura."
"Se escucha es el rasgueo de una guitarra, triste como las últimas tardes del verano."
Textos: Leila Guerreiro, Una historia sencilla, Anagrama, 2013.
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